No Sólo se Construye con Huesos, Solo exhibition curated by Leandro Martinez Depietri, at HILO Galería in Buenos Aires, Argentina. May 2017.
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*Nada atraviesa el cuerpo así nomás, las ideas no se hacen carne todos los días. Intentamos asir lo que nos rodea pero los medios que nos son dados resultan insuficientes.
*Se rozan, por primera vez, las yemas de diez dedos que no se conocen. Algo de esa chispa podría nacer de una obra.
*Si un papel abraza un objeto, adquiere algo de su forma. El grado de reconocibilidad de esa marca depende del deseo de alguien de acercarse al objeto.
*Si el ejecutante intentase ser el objeto, asirlo en su totalidad, podría dejar una huella fidelísima a ese deseo. Alteraría para siempre la materialidad del papel.
*Claudia plantea un escenario. Si una imagen pudiera ser la piel de un nuevo organismo...Si el paisaje diario pudiera plegarse sobre sí y ser la casa de una memoria que contuviera todos los pasos...
*Dos lápices idénticos pero diferentes: el lápiz de un dibujante; el lápiz de un arquitecto.
*Una arquitecta nómade recolecta fragmentos de una ciudad cada vez más inabarcable en su extensión y cada vez más invisible a los transeuntes.
*El grafito es cómplice. Actúa de falso revestimiento aunque su verdadero aporte constructivo es dejar algo de esa subjetividad tan palpable del dibujo. Un trazo es un ladrillo.
*Las obras son impermanentes, registros de un encuentro físico que imprime una forma inestable sobre el papel. Los usos y los orígenes son tan reconocibles como difusos.
*La acción y la huella indeleble. Aunque alguien planchase las hojas en un futuro, las marcas de los pliegues serían imborrables. Las arrugas que deja en la cara una vida expresada en gestos.
*Todo está construido. Todo está por construirse.
-Leandro Martinez Depietri
(English translation below images)
Nothing passes through the body just like that; ideas don't become flesh every day. We try to grasp what surrounds us, but the means we are given prove insufficient.
For the first time, the tips of ten fingers that do not know each other touch. Something of that spark could be born from a work of art.
If a piece of paper embraces an object, it takes on some of its form. The degree of recognizability of that mark depends on someone's desire to approach the object.
If the performer tried to become the object, to grasp it in its entirety, they could leave an incredibly faithful trace of that desire. They would forever alter the materiality of the paper.
Claudia sets a scene. What if an image could be the skin of a new organism... What if the daily landscape could fold upon itself and become the home of a memory that contained all the steps...?
Two pencils, identical yet different: the pencil of a draftsman; the pencil of an architect.
A nomadic architect collects fragments of a city that is increasingly ungraspable in its size and increasingly invisible to passersby.
Graphite is an accomplice. It acts as a false covering, though its true constructive contribution is leaving a trace of the subjectivity so palpable in drawing. A line is a brick.
The works are impermanent, records of a physical encounter that imprints an unstable form on the paper. The uses and origins are as recognizable as they are blurred.
The action and the indelible trace. Even if someone were to iron the sheets in the future, the marks of the folds would be impossible to erase. The wrinkles life leaves on a face, expressed through gestures.
Everything is constructed. Everything is yet to be constructed.